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Rotundamente sí. Adapto y creo un plan nutricional para que encaje con tu día a día, con tus requerimientos y necesidades nutricionales, así como a tu trabajo, actividades, horarios…

Selecciono los alimentos que más te gusten para que tengas la mayor adherencia al plan y lo hagas sostenible en el tiempo. El objetivo es que hagas de estas primeras veces, una forma de vida.

Porque en el momento social en el que nos encontramos, con el ritmo de vida que llevamos, en ocasiones, no disponemos del tiempo necesario para desplazarnos. Podemos comunicarnos por email, móvil, videollamada y te escucharé y responderé de la misma manera que en un modo presencial. Las mediaciones que te tomaría en persona, las puedes realizar tu mismo o con la ayuda de alguien (si buscásemos mediaciones de pliegues Isak I , con fines competitivos hablaríamos de otra cosa) con los documentos que te enviaré para ello, así como con mis explicaciones.

Y a la pregunta de si funciona… funcionará de la misma manera que el presencial, pues los resultados los marcará tu trabajo, constancia y adherencia (entre muchas otras cosas).

Por supuesto que no. Cierto es que, dependiendo de tus objetivos y prioridades, así como de tu contexto, será más interesante medir las cantidades o no. Te daré exactamente lo que necesitas, con las cantidades necesarias dependiendo de tu gasto diario o requerimientos, pero dependerá de ti y de tu situación.

Recuerda que, aunque esto es bastante más complejo y extenso, para que haya una pérdida de peso o una ganancia, deberás ingerir menos de lo que tu cuerpo necesita o a la inversa.

Como todo, cuanto más exacto o preciso se hagan las cosas, antes se alcanzarán los resultados y más sencillo será llevar a cabo las modificaciones necesarias en el plan.

Pero repito, depende de cada persona, situación y objetivo.

Es preferible avanzar en pasos pequeños, pero alargarlo en el tiempo, que correr mucho al principio y detenernos muy pronto.

Ninguno. No hay alimentos prohibidos ni alimentos obligatorios. Hay alimentos más beneficiosos para la salud, para el rendimiento…como los hay más perjudiciales. En el equilibrio, está el triunfo. Saber qué comer, cuándo y porqué, es lo que marcará la diferencia en tu bienestar funcional. Por otra lado, un poco en línea con los anterior, es preferible comer de vez en cuando productos que no son tan aconsejables, pero que nos permita ser más flexible y disfrutar del proceso, que no hacerlo y tirar la toalla a las primeras de cambio.

Gran o uno de los grandes mitos de la nutrición. Lo primero que los hidratos no engordan, tampoco las grasas, engordamos nosotros. Bromas fáciles aparte, da “igual” comer hidratos por la noche o por la mañana, mientras comas los que tus requerimientos diarios estiman. Otra cosa es que se acueste uno más pesado, a otros les ayude al descanso, se entrene a primera hora de la mañana…pero eso, es otro tema y no tiene que ver con engordar o no.

Las que necesites o quieras. Es decir, no tienes que comer 5 veces porque es lo que has escuchado, ni has de comer solo una vez, por lo que dice algún iluminado. Como en todo, hay matices, pero este es uno de los aspectos menos importantes, siempre que todo lo demás se haga bien. Comerás las veces que quieras, sabiendo tu contexto y tu día a día. Me verás decir muchas veces esto, pero es que dependiendo de cada persona, cada plan, tendrás sus propias

peculiaridades. Por otro lado, no es lo mismo entrenar por la mañana, por la tarde, estar toda la mañana en casa o todo el día trabajando. Por ello, cada plan es individual. Lo que se adapta y funciona en una persona, puede no funcionar en otra, simplemente por logística pura.

Como te he dicho antes. Depende de ti y de tu día. El desayuno es una comida más, que puedes hacer súper nutritiva porque después vayas a tener un día largo por delante o si eres de los que no le entra nada al despertar, pues puedes aprovechar a hacer ayuno (alargar tu tiempo sin ingerir alimentos), para tener después una comida contundente. No es ni más ni menos importante que el resto de ellas.